Vida útil de las llantas
Cooper recomienda que se reemplacen por llantas nuevas todas las llantas, incluidas las de repuesto de tamaño completo, que tengan 10 años o más a partir de la fecha de fabricación.
La vida útil de las llantas no se determina por la antigüedad cronológica. La vida útil de una llanta está determinada por las condiciones de servicio y almacenaje. Para cada llanta, la vida útil de servicio está determinada por muchos elementos tales como la temperatura, condiciones de almacenaje y condiciones de uso (p. ej., carga, velocidad, presión de inflado, impactos y daños por riesgos en la carretera) a las que la llanta se expone a lo largo de su vida. Debido a que las condiciones de servicio y almacenamiento varían ampliamente, no es posible predecir con exactitud la vida útil de ninguna llanta específica según la antigüedad que marca el calendario.
Cooper Tire no está al tanto de datos científicos o técnicos que establezcan o identifiquen una vida útil mínima o máxima específica de las llantas de pasajero y para camioneta pick up. Sin embargo, Cooper reconoce un beneficio para los clientes desde un enfoque más uniforme, global y de toda la industria con respecto a la cuestión de la vida útil de las llantas. Por lo tanto, Cooper recomienda que se reemplacen por llantas nuevas todas las llantas, incluidas las de repuesto de tamaño completo, que tengan 10 años o más desde la fecha de fabricación. Las llantas que tienen 10 años o más deben reemplazarse incluso si no muestran daños y no han alcanzado los límites de desgaste de la banda de rodamiento. La mayoría de las llantas deben reemplazarse antes de los 10 años debido a las condiciones de servicio. Esto puede ser necesario incluso si la llanta no alcanzó los límites de desgaste de la banda de rodamiento.
Bajo ninguna circunstancia se debe considerar la recomendación de vida útil "máxima" como vida útil "esperada" de la llanta. Las llantas se deben retirar por motivos como el desgaste de la banda de rodamiento a la profundidad mínima, señales de daño (cortes, grietas, protuberancias, daños por impacto, vibración, etc.) o signos de abuso (baja presión de inflado, sobrecarga, reparaciones incorrectas, etc.).
En algunos casos, el fabricante del vehículo puede recomendar para sus productos que se reemplacen las llantas antes de los 10 años basándose en su conocimiento de las características específicas del vehículo y su aplicación. En ese caso, el cliente debe seguir las recomendaciones específicas del fabricante para su vehículo.
Si tiene alguna pregunta, comuníquese con su distribuidor de llantas local.